Los conceptos clave de una buena actividad cartográfica que la hacen matemática son su naturaleza relacional. Para trabajar en el espacio, describirlo o modelarlo, hay que manejar las relaciones entre objetos y lugares, controlando las posiciones para tener en cuenta los ángulos y las longitudes. Más adelante, en matemáticas, los niños aprenderán a aplicar los números a este tipo de actividades, midiendo distancias y ángulos, y aprendiendo el significado de "paralelo" y "equilátero", pero por ahora, sus esfuerzos se centrarán en formas menos precisas de representar las relaciones entre objetos y lugares.
Los niños de entre 3 y 6 años están más que preparados para desarrollar sus habilidades para expresar direcciones desde diferentes lugares y comprender posiciones relativas. Les interesa fundamentalmente modelar su mundo, ya sea en el rincón de la manzana o en el área de la casa, y las relaciones espaciales son una gran parte de lo que allí tratan. Cuantas más experiencias de este tipo tengan, sobre todo en compañía de adultos que les ayuden a matematizar, más fácil será que sus propias representaciones del espacio sean matemáticamente precisas cuando lleguen a la clase de geometría.
Este es un extracto de Big Ideas in Early Mathematics: Lo que los profesores de niños pequeños necesitan saber, Pearson (2014).
2 de mayo de 2017
Muchas aulas están planificando los picnics de fin de año, por lo que es el momento perfecto para leer ¡Nos vamos de picnic! por el querido autor Pat Hutchins.
Una forma estupenda de que los niños exploren las relaciones espaciales es leer libros que les obliguen a pensar dónde están los objetos en relación con otra cosa.
Los niños con una gran capacidad de razonamiento espacial tienen más probabilidades de triunfar en los campos STEM más adelante en la vida.
El geocaching es una actividad que utiliza la tecnología GPS de su dispositivo móvil para permitir la búsqueda de un tesoro en la vida real. Puede matematizar situaciones que de otro modo serían ordinarias, ya que permite a los niños interactuar con mapas del mundo real.
Desde reconocer las señales de stop octogonales hasta recordar dónde se guardan las galletas, los niños se encuentran con la geometría desde muy temprano y con frecuencia. Hay un montón de libros infantiles que gustan a los niños para despertar aún más su interés. Hemos enumerado una...
En este vídeo, los alumnos exploran las relaciones espaciales describiendo y recorriendo una pista de obstáculos, y luego haciendo un mapa de la misma.
Sharon Hogan y su clase de preescolar del Colegio Peterson se divirtieron mucho con la forma en que El mensaje secreto de cumpleaños de Eric Carle juega con las dos caras principales de la geometría: las formas y el sentido espacial.
Yo en el mapa, de Joan Sweeney, y ¿Dónde vivo?, de Neil Chesanow, son dos libros que ofrecen a los niños una forma de explorar dónde están en relación con otras cosas y lugares.