Cindy Collado y su clase de preescolar en la Escuela Stock participaron en un proyecto de zapatos que incorporó muchos conceptos matemáticos a través de una variedad de actividades en el transcurso de dos meses. La clase comenzó observando bien sus zapatos y luego hablando y pensando en lo que veían. Pronto descubrieron que había todo tipo de formas de clasificarlos en función de cómo los iban a colocar en conjuntos según el atributo en el que se fijaran: el color, el tipo de zapato e incluso la talla. Las niñas y niños se dieron cuenta de que podían representar y comparar el tamaño de los conjuntos dentro de cada clasificación haciendo un gráfico. Un grupo decidió hacer un gráfico de barras para mostrar los tipos de cierres, mientras que un segundo grupo obtuvo un resultado muy diferente al graficar la misma colección por colores.

La clasificación llevó rápidamente a un concepto algebraico relacionado, ya que la clase creó patrones con sus zapatos (rosa, blanco, marrón) e hizo un "tren de patrones".

La Sra. Collado confirma que esta fue realmente una idea que funciona: "Todo el proyecto fue sorprendente, ya que los niños empezaron a iniciar patrones y a describir zapatos; de repente, los conceptos matemáticos pasaron a formar parte de nuestro lenguaje cotidiano sin que nos diéramos cuenta".