La estimación, una habilidad importante para los niños pequeños, se puede abordar en muchas actividades diferentes. Benita Johnson, una profesora formada por la Colaboración, era profesora de preescolar en Christopher House. Hizo un juego después de leer Cuenta de ratón de Ellen Stoll Walsh para sacar a relucir las matemáticas inherentes a la historia. A menudo, los juegos se sacan a relucir mejor con un buen libro.

La Sra. Johnson utilizó un tarro grande y "ratones" que había creado con tres tamaños de bolas de poliestireno. Primero pidió a cada niño que estimen cuántos ratones grandes cabrían en la jarra y anotó las respuestas; luego los niños introdujeron los ratones uno por uno para comparar sus estimaciones con los resultados. Repitió el proceso con los ratones más pequeños; en todo momento mantuvo a los niños pensando activamente al discutir lo que estaba sucediendo. El uso de ratones pequeños, medianos y grandes dio lugar a diferentes preguntas a los niños y a diferentes respuestas por su parte.

"Me di cuenta de que era muy importante tener materiales concretos para realizar esta actividad", dijo la Sra. Johnson. "También descubrí que era una buena idea seguir haciendo preguntas a los niños después de colocar cada ratón en el tarro, porque permitía a los niños modificar su pensamiento. Pude ver que los niños empezaron a entender la idea de que los objetos más grandes ocupan más espacio que los pequeños."

Y en todo momento, la estimación ayudó a los niños a pensar en lo razonable de sus respuestas.

Tracey Fisher fue otra participante del programa y probó una actividad similar. Con su clase de preescolar de la escuela primaria Peirce, combinó un ejercicio de estimación con una visualización de datos para ayudar a los niños a ordenar y comparar cantidades.

Para la actividad, la Sra. Fisher proporcionó un tarro transparente con un pequeño conjunto de materiales manipulables en su interior, en este caso conejitos. Colocó una tabla con tres posibles cantidades, de las cuales sólo una era correcta. Los niños colocaban su tarjeta en la columna con la cantidad que creían que había en el tarro. Al restringir las opciones numéricas, la Sra. Fisher ayudó a los niños a centrarse en estimaciones razonables y a fomentar la comparación estratégica y el pensamiento lógico. Si parecía más de 4, tenía que ser 6 o 10.

"Cada vez que juego a la estimación", comenta la Sra. Fisher, "siempre me doy cuenta de lo bien que refuerza los conceptos de mayor, medio y menor al comparar cuántos niños han adivinado cada número. Para ellos es fácil de ver. También les recuerdo que la estimación no es sólo en matemáticas, sino que también es importante para fines científicos."

Con las preguntas adecuadas a los niños, ambas actividades pueden ilustrar la estimación de forma intencionada.